Bután, el reino del dragón de trueno, se encuentra situado en el corazón del Himalaya con la República Popular China y la India como fronteras. Es el único país que da prioridad a la felicidad frente a la riqueza cuya población gentil y hospitalaria mantiene una sonrisa permanente en sus bellos rostros, un país preocupado profundamente en cuidar su cultura y medio ambiente abrazando al turismo limitado, sin presiones ni agobios.
Hasta hace muy pocos años, Bután era un país proteccionista que mantenía sus fronteras cerradas, de hecho hasta el año 1999 no llegan los automóviles al país y es en el año 1975 cuando se construye el primer hotel para hospedar a los invitados que iban a presenciar la coronación del actual rey.
Sin embargo, si por algo es famoso Bután es por contar con el índice de felicidad más alto del mundo, rodeado de las montañas más altas del mundo y gracias a mantener el número de visitantes restringidos y a una apertura al mundo progresiva, provoca que el impacto negativo en la sociedad, cultura y medio ambiente se mínimo.
Ya sea para visitar el Himalaya, por su arquitectura singular como dzongs, conocer su cultura y tradiciones aún intactas, vivir sus festividades o absorber esa felicidad innata en la sociedad, Bután es un país único, colorido, amable e indescriptible.
Qué ver en Bután, fundamentales en un viaje a medida:
- Rutas de senderismo por el valle de Bumthang
- Ver las grullas de cuello negro en el valle de Gangtey
- Subir hasta el Nido del Tigre en el valle de Paro
- En el valle de Punakha admirar la fortaleza a orillas de los ríos Pho Chu y Mo Chu
- En el valle de Timbu visitar la estatua más grande de Buda y dejarnos empapar de la felicidad que emana este centro espiritual.
Dónde dormir en un viaje en privado a Bután:
Alójate en hoteles exclusivos como Amankora o COMO Uma Paro, disfruta de la naturaleza en estado puro en lodges con vistas a los valles y descubre el Bután moderno en los hoteles de Timphu.
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