En la carretera entre Timbu y Punakha, la antigua capital del reino, se encuentra una de las vistas panorámicas más bonitas a la cordillera del Himalaya, el paso de Dochula. Adornado por 108 estupas (chortens) fue construido en memoria de los soldados butaneses muertos en la guerra de 2003. Una parada mágica y espiritual.
Ya en Punakha nos encontramos con uno de los dzongs más impresionantes y bellos que nos vamos a encontrar. Construido en 1637, en la unión de los ríos Pho Chu y Mo Chu, ha servido como punto de referencia para multitud de actos históricos como la coronación de los reyes o la boda del rey de Bután en el 2011 y es el lugar elegido para conservar los restos de Zhabdrung Ngawang Namgyal, el unificador de Bhután y la reliquia sagrada Ranjung Karsapani.
Aquí se celebra un festival anual único, el Punakha Drubchen, donde se recrea la batalla contra el ejército tibetano por la valiosa reliquia antes mencionada.
Además, gracias a su clima templado y su fértil valle, es un lugar perfecto para visitar las granjas tradicionales y conocer su forma de vida.