En Estrellas del Viaje tenemos siempre mil rincones que recomendaros, el mundo está ahí, a tus pies, esperando que lo descubras.
El viaje de hoy es para mí, un viaje especial, una experiencia diferente donde se respiraba cariño y ternura en cada paso. Abróchense el cinturón por que hoy viajamos a Borneo para pasar una tarde en el Parque de Sepilok.
Si te decides por viajar a Borneo desde Malasia, te puedes hacer una idea de lo que te vas a encontrar. Borneo es selva en el estado más puro, allí te ves frente a frente con especies de animales, que en algunos casos, ni te imaginabas que existían, pero de entre todas ellas, hay una que tiene galones sobre las demás. El orangután rojo es el príncipe de Borneo, pues requiere mayor atención que otras especies ya que está en peligro de extinción. Para verlo en su hábitat no hay mejor lugar que el Parque de Orangutanes de Sepilok.
A 25 kilómetros de Sandakan el centro es un orfanato donde se recogen orangutanes abandonados y perdidos. Allí se les enseña a vivir en la selva y se les ayuda con cuidados médicos en su juventud para que adquieran la fuerza necesaria que le exige la vida adulta.
No puedes perderte los mejores momentos del día tanto para orangutanes como para quien acude a visitarlos, ¡La hora de comer!. Todos los días a las 10.00 y a las 15.00 horas estos simios tan parecidos a los humanos aparecen en escena desde los rincones más escondidos de la selva para reunirse en las plataformas de alimentación y disfrutar de sus manjares (generalmente platos y leche). Tras el festín, con un poco de suerte, puedes ver a algunos de ellos columpiarse y jugar por la zona junto a la pasarela de madera desde la que los admiras boquiabierto.
En mi viaje pude presenciar como una mamá orangután cuidaba de su cría abrazándola y estando pendiente de ella en todo momento. Una experiencia de lo más entrañable.